
Otro ícono del cine de horror ha sido reinventado para una nueva generación, así como Michael Myers fue traído de vuelta a las pantallas, “renacido” por así decirlo en
“Halloween” (Halloween: El Inicio, en México) de Rob Zombie en el 2007,
Jason Voorhees regresa empezando de cero, borrón y cuenta nueva, en el remake de horror
“Friday the 13th” (Viernes 13, en México) tomando el título de la película original de 1980 que trataba de un misterioso asesino que estaba liquidando uno a uno a los adolescentes que se encontraban en el Campamento Crystal Lake, quién a fin de cuentas resultó ser una señora llamada Pamela Voorhees, madre del pequeño Jason Voorhees, un niño deforme y mongoloide que se ahogó años atrás mientras los consejeros del campamento, adolescentes hormonales, se drogaban, ingerían alcohol y tenían sexo premarital, y todos esos grandes no’s de la onda conservadora, y ahora la Sra. Voorhees mata a todos esos indecentes muchachos que causaron la muerte de su hijo. Naturalmente ella muere al final de la película a manos de la sobreviviente principal. Todos sabemos que Jason no murió ahogado realmente y en la segunda parte hace su aparición como homicida principal vestido de camisa y overol, usando un saco en la cabeza con un hoyo para poder ver, vengando la muerte de su querida madre ya que Jason es el "hijo de mami" más letal de la historia. Después en la tercera parte, podemos ver como obtiene su famosa máscara de hockey para cubrir su horrenda cara, en la cuarta parte vemos a Jason “morir”, o al menos eso pensamos. Después de ahí, Jason paso por muchas etapas, tuvo un
copycat, volvió de la tumba, persiguió a una víctima que tiene poderes de telequinesia, viajó en barco a Manhattan, se fue al infierno, luego al espacio y se dio de chingazos con su colega slasher, el mismísimo Freddy Krueger. Jason ha estado en varios escenarios, claro siempre hay más (un submarino, un avión…) pero en vez de seguir con la línea ya establecida, Jason es relanzado con
“Friday the 13th” versión 2009.

Dirigida por
Marcus Nispel, director de otro remake de horror que a decir verdad resultó bastante efectivo,
“The Texas Chainsaw Massacre” (Masacre en Texas, en México), y escrita por el dúo de
Damian Shannon y Mark Swift, quienes fueron responsables de escribir la batalla entre slashers de
“Freddy vs. Jason”, última película donde apareció Jason Voorhees, que fue en el 2003, filme que también me pareció muy entretenido y para no tomarse en serio. Con esta triada de personas detrás del proyecto: Nispel, Shannon y Swift, yo esperaba un nuevo
“Friday the 13th” brutal y sangriento, consistente con la mitología de cierta manera y claro, entretenido. Siendo fan de Jason y su serie de asesinatos en pantalla tenía expectativas altas hacia su reaparición. Pero bien, antes de seguir, mencionemos que la película en sí es una especie de versión compacta entre la primera, segunda, tercera y hasta cuarta parte de la serie de
“Friday the 13th” conteniendo elementos de todas esas películas en una sola. El filme comienza recapitulando como la madre de Jason asesina a un montón de consejeros del Campamento Crystal Lake, luego siendo asesinada por uno de ellos, claro, Jason presenciadno este horrendo acto. Años más tarde, Jason ya crecidito se echa al plato a una banda de jóvenes inmaduros que buscan un mítico sembradío de marihuana situado en los alrededores de Crystal Lake, territorio de Jason. Entre esos jóvenes, va incluida
Whitney Miller (Amanda Righetti), hermana de
Clay (Jared Padalecki) quién después de que ella desaparece, Clay ronda el lugar buscándola cerca del área de Crystal Lake para toparse con otro puñado de jóvenes inmaduros listos para pasar un fin de semana de desenfreno. Entre ellos está
Jenna (Danielle Panabaker) quién parece amigar bien con Clay, el ricachón mamoncete
Trent (Travis Van Winkle), el personaje Afroamericano obligado
Lawrence (Arlen Escarpeta), entre otros personajes cliché. Pronto, en su búsqueda Clay y Jenna se toparán con el mismísimo Jason Voorhees quién se dispondrá a despachar a todos estos ilusos jóvenes que solo gustan de beber cerveza, fumar marihuana y tener sexo, claro, excepto nuestros protagonistas.
“Friday the 13th” fue un remake acertadísimo en algunas cosas, pero bastante flojo en muchas otras. Nispel consiguió darle un
look correcto a la película, con un diseño de producción bastante bien realizado pintando a Crystal Lake como un terreno
redneck que podría estar en cualquier parte de los Estados Unidos (aunque esté ambientada en Nueva Jersey). También la apariencia de Jason fue correcta, me gustó como se ve como un tipo alto, muscular y que realmente podría matarte de un puñetazo en la cabeza. El actor que interpreta al afamado asesino en esta entrega es
Derek Mears quién realmente llena los zapatos de Jason y más. Definitivamente la personificación de Jason en el filme fue el elemento que más resaltó en mí, y lo que más aprecié de este remake. Durante las secuelas pasadas, más particularmente desde la 6ta entrega
“Friday the 13th Part VI: Jason Lives” (Viernes 13 Parte 6: Jason Vive, en México) el personaje de Jason se volvió una especie de zombie imparable que resulta inmune a todo lo que se perpetre contra él, y la serie se empezó a volver mucho más exagerada y fantástica cosa que tiene su encanto pero al mismo tiempo se fue degradando cada vez más hasta que ya no había vuelta atrás, (claro que disfruté a Jason dando machetazos en el espacio, y peleando con Freddy Krueger, pero era necesario un nuevo aire). En esta nueva película Jason se “humaniza” de manera bastante creíble y bien tratada, como una especie de
survivalist, un hombre que vive del bosque, que lo conoce y que es su dominio, por eso las escenas donde Jason pone trampas y mecanismos para atrapar a sus víctimas, y se puede notar que conoce los alrededores como cualquier local, me agradaron bastante, al igual que la inclusión de su “guarida” por así decirlo. Esos túneles subterráneos que usa para moverse por el campamento, y claro también fue interesante el hacer al personaje más brutal y creíble mostrándolo corriendo y forcejeando con sus víctimas de manera más real, en vez de ser el monigote tieso y lento que ya conocemos. Jason Voorhees fue reinventado de una manera muy interesante y me fascinó en lo personal, el problema aquí fueron más bien sus métodos para asesinar que me parecieron en general bastante blandos, genéricos y nada creativos. Tenemos machete a la cabeza, machete al tórax hacha en la espalda, atizador en el ojo, machetazo en la garganta, machete en la cabeza de nuevo, etc. solo hubo un par que me parecieron algo interesantes y no fueron mucho de todas maneras. Las películas de
“Friday the 13th” se caracterizan por mostrar a Jason matando jóvenes de maneras creativas y cada vez más frescas, en este departamento este remake decepciona en grande.

También sus víctimas fueron algo interesantes, aunque la mayoría de los personajes fueron clichés andantes, y no es que estas películas sean famosas por tener personajes bien trazados y bien actuados pero creo que uno o dos actores entregaron actuaciones divertidas y bien hechas. Jared Padalecki fue un personaje principal bastante acartonado sin ningún ápice de carisma, bonachón, valiente, y… aburrido. Su pequeño papel en el remake de
“House of Wax” (La Casa de Cera, en México) fue mucho mejor y más auténtico que su rol aquí. Danielle Panabaker igual, una personaje blanda sin nada que agregar, al igual que todo el elenco femenino de la película, aunque la mayoría de las interpretes enseñan sus senos y eso nunca es algo malo, jeje. Las sorpresas aquí fueron Travis Van Winkle, que aunque siguiendo el plano cliché del personaje bravucón, rubio, rico y egoísta lo hace de una manera correcta y termina siendo el que tiene más personalidad de todos los personajes. También Aaron Yoo como el bufón Chewie fue un personaje bien actuado siendo el botón cómico de la película pero sin parecer muy forzado y bastante efectivo creo yo. Fuera de eso todas las demás interpretaciones no tuvieron mucho que ofrecer. Como mencioné anteriormente,
“Friday the 13th” 2009 fue una especie de
hit & miss, acertó en algunas cosas pero fue dolorosamente genérica en algunas otras, ya que no exploró más allá los aspectos de la historia que debería de haber explorado (todo el ámbito nuevo de la personificación de Jason, me quedé con ganas de más) y no haber innovado en lo más importante que son los métodos de asesinar al elenco. Nispel no se apunta otro remake del todo acertado como lo hizo con
“The Texas Chainsaw Massacre” que fue en general uno muy bueno, pero tampoco falló del todo, y aunque
“Friday the 13th” 2009 sea años luz más efectiva que más de un par de las secuelas de la serie original, termina siendo algo mediocre en su ejecución, pero marca un camino que me hace tener esperanza hacia su inevitable secuela. Ya veremos, a esperar.
"Jason. My special, special boy. They must be punished, Jason. For what they did to you. For what they did to me." - Pamela Voorhees