
Creo que es bastante correcto decir que la mayoría de las personas de ésta generación o incluso la anterior, si tuvo infancia, conoció de cierta manera u otra, a la franquicia de
G.I.Joe. La serie clásica de
El bien vs. El mal conformada por juguetes, cómics y una serie animada de televisión. Al igual que los muy populares
Transformers, G.I.Joe comenzó como una serie de juguetes, producidos por la misma compañía,
Hasbro. Después de su éxito y popularidad, la línea se extendió a los cómics y las caricaturas para niños. Pero bueno, eso creo que ya muchos lo saben, o hay lugares para informare acerca de la historia de
G.I.Joe. Para mí, en lo personal, la familiaridad con éste universo vino en forma de los juguetes, de los “monitos”, de las figuras de acción, tuve algunas en mi tiempo y la verdad, era un universo que era muy atractivo para mí, simplemente porque había una infinidad de figuras de acción, de personajes, de vehículos, de bases, etc. Claro, me llegué a topar con algunos episodios en televisión de la serie animada, pero siendo honestos nunca fui de los que le pudo seguir el hilo, a mi siempre me interesaron más en forma de juguetes. Pero, al mismo tiempo, como solo conocí los juguetes, nunca estuve muy familiarizado con la historia, sabía obviamente que había dos bandos, y que los malos eran los que tenían el signo con la serpiente roja, eso es, el
Comando Cobra, y los buenos pues… eran los otros. Hasta ahí. Para todos,
G.I.Joe es un elemento nostálgico, que nos recuerda cuando veíamos caricaturas siendo niños (no porque muchos de nosotros ya no las veamos ahora, jeje) y cuando jugábamos con juguetes. Pero fuera de eso, al menos para mí,
G.I.Joe nunca fue una franquicia que me fanatizó de manera extrema. Por eso, cuando supe de la versión
live-action de la película de
G.I.Joe, pensé que era una idea interesante, pero al mismo tiempo podría resultar horriblemente mala si es que se tomaba a si misma muy en serio, o si se pasaba de la raya en su cariacaturismo
over the top. Eventualmente llegó el día, y ya tenemos a la versión fílmica de esos
“real American heroes”.
El filme se títula
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” (
G.I.Joe: El Orígen de Cobra, en México) y desde su título es una clara historia de orígen que nos presenta el universo, los personajes y lo que con fe de los productores es el comienzo de una linda y lucrativa franquicia de acción/aventura. El director de
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” es Stephen Sommers, un director que ha sido criticado por algunas de sus películas (¿pero que director no?). Veamos, yo conocí a Sommers con su cinta de 1998 de horror marino llamada
“Deep Rising” (
Terror en lo Profundo, en México) y la verdad me la pasé de maravilla con esa película cuando la vi en VHS por aquellos años, es una cinta palomera protagonizada por Treat Williams sobre un monstruo marino que invade un lujoso crucero internacional, tremenda diversión. Después, Sommers saltó al estrellato con su versión de 1999 de
“The Mummy” (
La Momia, en México) que para mí, fue otro punto a favor de Sommers ya que me pareció una cinta bien hecha y divertidísima. Siendo ésta un éxito, Sommers volvió a dirigir y escribir la ahora secuela llamada
“The Mummy Returns” (
La Momia Regresa, en México) lanzada en el 2001, que fue entretenida, pero la verdad, el filme tuvo algunos elementos que la echaron por la borda, como el personaje del irritante niño, entre otros. Sommers volvió en el 2004, con una nueva extravaganza de aventura usando otros monstruos universales con la muy criticada
“Van Helsing” (
Van Helsing: Cazador de Monstruos, en México) que a mi me pareció visualmente cautivadora, y muy entretenida, pero su excesivo uso de CGI la hace algo difícil de tolerar. En fin, para mí, Sommers, siendo un director comercial y un artesano visual bastante experimentado, ha tenido mas aciertos que desaciertos y confié en que podía sacar algo provechoso con
“G.I.Joe: The Rise of Cobra”, que ésta vez parte de un guión no escrito por él mismo como con las películas de
"The Mummy",
“Van Helsing” y
“Deep Rising”. El libreto es escrito por Stuart Beattie, David Elliot y Paul Lovett, en particular, Beattie es el escritor de
“Collateral” (
Colateral: Lugar y Tiempo Equivocados, en México) un filme bastante sólido. Entonces, al menos en lo personal, el panorama no sonaba tan mal.

La historia de esta adaptación a la pantalla grande comienza haciendo referencia al exitoso manufacturador de armamento, James McCullen (
Christopher Eccleston) quién presenta el último avance en tecnología militar, los
“nanomitas” que es una nanotecnología que si es hecha arma podría destruir virtualmente todo. Cuando el primer y único cargamento de ojivas nanomitas es liberado de la fábrica, un escuadrón de soldados de la OTAN es encargado de protegerlas. El escuadrón es liderado por Conrad
“Duke” Hauser (
Channing Tatum) y su compañero Wallace
“Ripcord” Weems (
Marlon Wayans), pero su convoy es atacado por un misterioso ejército liderado por una implacable operativa conocida como
La Baronesa (
Sienna Miller). Pero
Duke y
Ripcord son rescatados por varios talentosos soldados como Shana
“Scarlett” O’Hara (
Rachel Nichols) y el ninja
Snake Eyes (
Ray Park). Pronto,
Duke y
Ripcord son admitidos al equipo de donde provienen esos soldados, un ejército élite de lo mejor de lo mejor de varias naciones del mundo, los llamados
G.I.Joe, liderados por el General Clayton Abernathy aka
General Hawk (
Dennis Quaid). Ahora, el equipo
G.I. Joe se enfocará en destruir la organización terrorista liderada por McCullen y un siniestro científico (
Joseph Gordon-Levitt) que plana bombardear el mundo con ojivas nanomitas para poder dominarlo ellos.

En un verano donde los filmes de acción/aventura que han sido lanzadas han recibido en su mayoría bastantes malas críticas (aunque en lo particular yo los he disfrutado) y que muchos de ellos sufren de pretensiones que van más allá de su capacidad,
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” es una muy merecida avalancha de entretenimiento infantil, palomero y endemoniadamente hipnotizante.
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” fue todo lo que
“Transformers: Revenge of the Fallen” (
Transformers: La Venganza de los Caídos, en México) quiso ser y falló rotundamente, o al menos, así me pareció a mí mientras la veía.
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” fue una tremenda ráfaga de visuales atrapantes, acción bien orquestada y un libreto tan exageradamente ridículo que no pude hacer otra cosa más que disfrutarlo plenamente. Comenzando con el aspecto visual, Sommers se las ingenia para crear una película que tiene una fotoografía estilizada y una paleta de colores sólida y nada más ni nada menos que una extravaganza de acción bien filmada en todo el sentido del término. En
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” todo tiene misiles, todo explota, todos son expertos tiradores, peleadores, y los buenos son muy buenos y los malos son muy malos. El filme tiene todo tipo de secuencias de acción, ambientada en todo tipo de terrenos, en el bosque, en las calles de París, bajo el agua, en la nieve, en el aire, etc.
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” intenta tocar todas las bases que pueda en sus 118 minutos de duración. Es una de esas películas que hace que el niño interior salga y disfrute completamente de una película que no tiene ningún otro interés más que entretener y lo cumple con creces. El filme tiene villanos y locaciones que cualquier filme de los más exagerados de James Bond envidiaría, y un libreto que realmente está regado por todas partes, pero creo que todo eso es lo que le da el toque de calidad que termina teniendo.

Las actuaciones fueron decentes cuando mucho y eso es lo que se necesita en una película como
“G.I.Joe: The Rise of Cobra”. Channing Tatum se interpreta a él mismo otra vez en el personaje de
Duke, nuestro héroe por naturaleza, aunque respeto que haya tomado el rol con cierto grado de seriedad. Mientras que su
sidekick y
comic relief,
Ripcord, interpretado por Marlon Wayans es a veces irritante aunque la mayoría de las veces Wayans controla su “músculo cómico” fastidioso y logra sacar el personaje. Rachel Nichols estuvo horrible en la versión chica preparatoriana sabelotodo como
Scarlett, Dennis Quaid vino, cobró y se fue al interpretar al
General Hawk. Sienna Miller fue extrañamente efectiva como la
femme fatale sexy y caposa,
Baronesa, Christopher Eccleston cumple su parte como el
business man from hell, James McCullen (que no es secreto que es el famoso villano
Destro del universo
Joe), pero la verdad el show se lo roba Joseph Gordon-Levitt actor que hace muchísimo tiempo no se veía en una película palomera
Hollywoodense, aquí Gordon-Levitt interpreta a un científico maligno que terminará siendo, si, claro,
Cobra Commander. El resto del elenco estuvo correcto, especialmente Ray Park que no muestra su cara, ni su voz al interpretar al silencioso y anónimo
Snake Eyes. Claro, no todo en
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” fue genial, nostálgico y tremendo. El filme sufre de los ya demasiado clásicos, trillados y desgastados clichés
Hollywoodenses como el romance estúpido entre personajes que siempre se cuela en los libretos y algunas escenas cómicas que la verdad son demasiado ridículas (la mayoría de la parte de Marlon Wayans), pero logré perdonar esto por la cantidad de diversión que me brindó la película.
“G.I.Joe: The Rise of Cobra” es entretenimiento sin ningún otro interés (además de sacarnos nuestro dinero en taquilla, juguetes, etc.) y la verdad aprecio mucho un esfuerzo como éste, una película tan exagerada y visualmente atrapante que aunque tal vez no tenga el mismo peso contra otras franquicias titanes como la multimillonaria serie, también producida por
Hasbro, Transformers, resulta siendo muchísimas veces más interesante, entretenido y digerible que ésta. Recomiendo sus 118 minutos de pura diversión sin adulterar.
“The time has come for the Cobra to rise up and reveal himself…” – Cobra Commander