Tenía antojo de un poco de cine de horror tipo comida rápida, alguna película por ahí de bajo presupuesto directa al DVD que tuviera un poco de interés en echarle un vistazo. Me decidí por ver “The Hills Run Red” (El Bosque Sangriento, en México) un pequeño slasher que ya me había llenado el ojo debido a su temática. A mí me encantan las películas que tratan sobre cine, o más aún las películas que tratan sobre el cine de horror, y “The Hills Run Red” es justamente eso. Además, el director de la película es Dave Parker, un nombre que tal vez no les sonará familiar a muchos pero a mi me quedó muy grabado desde que vi su mediocre debut cinematográfico, la película de zombies “The Dead Hate the Living!” que aunque no fue una película del todo buena, después de ver un detrás-de-cámaras descubrí como Dave Parker es un grandísimo fan del cine de horror y como trató de homenajear a incontables filmes en casi cada cuadro de su debut en el cine. Después, Parker junto con su amigo, el director y también fan del cine de horror, Mike Mendez dirigieron el documental lanzado en el 2002, “Masters of Horror” que nos echaba un vistazo a los nombres más icónicos y legendarios de nuestro amado género, ese documental (sólido, por cierto) fue el que luego evolucionó en la serie de televisión antológica del mismo nombre que debutó en el 2005 por Showtime. Con un guión co-escrito por David J. Schow experimentado en el género con películas como “The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning” (Masacre en Texas: El Inicio, en México) y “The Crow” (El Cuervo, en México), la película de “The Hills Run Red” me sonaba como un esfuerzo válido y que prometía mucho, ya que su trama sonaba muy llamativa y con un Dave Parker más experimentado tras la cámara. ¿A fin de cuentas la película va más allá de ese universo de mediocridad donde muchas de las películas directas al formato casero se quedan confinadas?
La historia va más o menos así: El aficionado al cine de horror y estudiante en cinematografía, Tyler (Tad Hilgenbrink) se obsesiona por encontrar una película de horror slasher legendaria y perdida llamada “The Hills Run Red”, lanzada en los 80’s y muy discutida debido a su alto nivel de sadismo y violencia pero sus copias se quedaron perdidas y no muchos alcanzaron a ver el mítico filme. Tyler sueña en filmar un documental en donde detalla como encuentra la película para finalmente verla y mostrársela al mundo, así arrastra a su novia Serina (Janet Montgomery) y a su mejor amigo, Lalo (Alex Wyndham) y rastrea a Alexa (Sophie Monk) una atractiva desnudista que es hija del director del legendario filme perdido, William Wyler Concannon (William Sadler) y juntos se embarcan en un pequeño viaje a los desolados bosques para documentar su búsqueda de la copia perdida del hiperviolento filme, “The Hills Run Red”, pero no se imaginan que pronto ellos empezarán a vivir su propia película slasher.
¿Ven lo que digo? A mí esa trama me parece muy interesante, como mencioné, me encantan las películas que tienen tramas sobre películas. “The Hills Run Red” me recordó mucho a un excelente episodio de la serie “Masters of Horror”, que el hecho de que la trama haya sido de ésta índole influyó en el hecho de que me haya gustado bastante. Hablo del episodio dirigido por John Carpenter, “Cigarette Burns” que trata sobre un experto en cine oscuro que tiene que encontrar un mítico filme de horror perdido para un excéntrico coleccionista. Claro, “The Hills Have Red” es mucho menos ‘sobrenatural’ que “Cigarette Burns” y mucho más en la línea de una película slasher sin muchas pretensiones. Bueno, pretensiones si tuvo un par, ya que de pronto nos encontramos con el libreto queriéndose poner listo con nosotros y hace que los personajes escupan un par de líneas auto referenciales guiño-guiño a la “Scream” pero la verdad la película nunca se aprovecha de esto y pasan completamente desapercibidas. Vaya esfuerzo desperdiciado. Aunque “The Hills Have Red” tiene un comienzo interesante, presentándonos a su personaje principal y su afición por el cine, de pronto la película comienza a volverse tediosa ya que la acción tarda demasiado en empezar y lo que hace Parker intentando mantenernos interesados es exhibir desnuda constantemente a la actriz Sophie Monk, que en lo personal no me pareció nada fuera de lo común, simplemente buena como cualquier modelo en bikini para pasear de fondo en alguna escena de Spring Break. Otro paso en falso que dio la película fue el uso de sangre CGI que eso siempre es un error tratándose de películas de terror, claro se puede tolerar más o menos en películas como “Ninja Assassin” (Asesino Ninja, en México) pero no en un slasher, ¡por favor!. Los asesinatos en “The Hills Run Red” no fueron ni muy innovadores, ni muy gráficos, ni muy numerosos así que en el departamento de la diversión gore, la película decepciona un poco, no estoy seguro si ésta película debutó en televisión ya que en los créditos en vez de decir Screenplay dice Teleplay, como usualmente pasa con películas hechas para la televisión, pero me da la impresión de que ésta fue la versión sin censura de un filme originalmente hecho para transmisión abierta por televisión.
Las actuaciones fueron bastante malas. Claro, uno no puede ponerse demasiado exigente cuando se habla de una película slasher pero es que aquí las actuaciones si me parecieron bastante fastidiosas. Tenemos a nuestro personaje principal interpretado horriblemente por Tad Hilgenbrink a quién ya conocía por protagonizar igual de horriblemente la esperada secuela “Lost Boys: The Tribe” que terminó siendo bastante mediocre. Janet Montgomery y Alex Wyndham, claro son bastante malos también pero sin duda la cereza del pastel en lo que a mala actuación respecta es Sophie Monk, que no debería permitírsele pararse en frente de una cámara de nuevo. Esperaba que su personaje fuera de reparto cuando mucho, pero desafortunadamente resultó ser muy prominente en la historia. William Sadler, un veterano actor hace lo que puede aquí y logra sin esfuerzo ser la única actuación decente del elenco aunque su personaje no es muy explorado. El filme se comienza a poner interesante al final y muestra un par de escenarios y elementos que funcionan y que traslapados a una mejor película podrían haber estado justo en su lugar. Uno de las cosas que me pareció tenían algo de potencial fue el antagonista principal, el slasher de ésta película, el asesino pues, apodado aquí Babyface quién creo que en un filme sólido podría tener sus dos o tres secuelas.
En fin, creo que “The Hills Run Red” tiene elementos que se salvan de ser completa mediocridad cuando el filme termina siendo justo eso, un slasher mediocre con una trama interesante. Se siente como una oportunidad desperdiciada y eso siempre es una lástima, si se busca entretenimiento de horror rápido y digerible “The Hills Run Red” es justo eso, aunque hay mucho mejores ejemplos para esto.
“That’s pure, uncensored, unfiltered, unfucked-with cinema that only a handful of people got to see. Why?” - Tyler
En fin, creo que “The Hills Run Red” tiene elementos que se salvan de ser completa mediocridad cuando el filme termina siendo justo eso, un slasher mediocre con una trama interesante. Se siente como una oportunidad desperdiciada y eso siempre es una lástima, si se busca entretenimiento de horror rápido y digerible “The Hills Run Red” es justo eso, aunque hay mucho mejores ejemplos para esto.“That’s pure, uncensored, unfiltered, unfucked-with cinema that only a handful of people got to see. Why?” - Tyler

Desde éste momento digo que no me considero un experto en el cine de Kevin Smith, ni tampoco he visto absolutamente todas sus películas (creo que la única que me falta es “Jersey Girl” la que muchos consideran, la peor) pero sin duda alguna me ha defraudado aquí.
Sus actuaciones son parte de lo que hace que el filme sea un fracaso tan rotundamente feo. Bruce Willis, uno de mis actores favoritos, lo vemos aquí en piloto automático, podríamos decir que hasta es Bruce Willis interpretándose a él mismo pero encadenado a un libreto que previene que hasta su seco y sarcástico humor haga un par de bromas efectivas. Tracy Morgan es absolutamente ridículo e intolerable en la película, con una sobreactuación de los más exagerada, insultante, nada graciosa y completamente fuera de tono con casi todos los elementos de la película. Atroz. Seann William Scott se nota que tiene un poco más de chispa cómica logrando un par de risas, aunque el libreto lo hunde a él también junto con los usualmente efectivos Kevin Pollak veterano de la comedia y Adam Brody quién mostró a todos su carisma geek en el programa de televisión “The O.C.”. Ambos actores completamente desperdiciados y también encerrados en personajes que no dan mucho a la audiencia. Guillermo Díaz interpreta a un plano, olvidable y pésimo villano como el pandillero apodado Poh Boy. En lo personal, siendo mexicano también debo mencionar que el uso de actores de diferentes nacionalidades para interpretar a mexicanos sigue siendo un común y rotundo error en Hollywood, ya que todas las líneas en español son atrozmente recitadas en diversos acentos de diferentes países. La única verdadera mexicana es Ana de la Reguera, quién es muy linda pero se denigra tomando un papel absolutamente desechable, siendo una actriz de renombre en México, esto resulta bastante decepcionante, pero cada quién su carrera. A fin de cuentas, éste viene siendo el menor de los problemas con los que se enfrenta “Cop Out”.
Solamente queda reiterar que no hay absolutamente nada que pueda redimir a “Cop Out” de ser una comedia estúpida, aburrida, sosa, lenta y que se siente demasiado larga con un aura a directa a DVD que no se puede quitar de encima. Quizá Kevin Smith deba mantenerse en lo que él mismo llama “su zona de confort” en su universo lleno de personajes que maldicen mucho, siempre hablan de sexo, constantemente hacen referencias a películas y la cultura pop y se enamoran porque “Cop Out” es un clarísimo ejemplo de su falta de habilidad en otros ámbitos cinematográficos. Por favor, evítenla.
La película se ambienta en el pequeño pueblo estadounidense de Ogden Marsh, el Sheriff David Dutton (Timothy Olyphant) vive pacífica y cómodamente con su esposa recién embarazada, Judy (Radha Mitchell) una doctora. Pronto, David y su agente segundo-al-mando, Russell (Joe Anderson) comienzan a darse cuenta que algo está pasando en su pueblo. Algo que está cambiando a los residentes, ya que después de un par de incidentes en donde habitantes de Ogden Marsh comunes y corrientes sufren un cambio radical de personalidad y se convierten en peligrosos homicidas. Pronto se dan cuenta que una especie de virus ha azotado el lugar donde viven y una operación militar entra en vigor para poner en cuarentena a todo el pueblo, pero David no dejará que lo separen de su esposa y junto con un par de sobrevivientes harán una lucha por sobrevivir a los peligrosos infectados y al implacable ejército que no dejará a nadie irse.
Menciono de nuevo que no he visto la original de Romero, pero de ese filme he oído cosas desde “es una pieza fundamental de la filmografía del director” hasta por el estilo de “aburrimiento desechable” así que tendré que verla para formarme una opinión más o menos acertada. Eso significa que me aproxime a ésta versión 2010 de “The Crazies” con una mentalidad sin referente a la película original, así que si es que hubo algún homenaje o algo así, debo confesar que no lo vi o no lo capté. En sí, la temática de “The Crazies” nos suena ya bastante familiar, y tiene elementos que nos recuerdan instantáneamente a otros filmes, como por ejemplo la canción de Johnny Cash que adorna el principio de la película me hizo reverenciarme al remake del 2004 de “Dawn of the Dead” además de que su temática va muy en la vena de “28 Days Later” (Exterminio, en México) y su secuela ya que aquí no tenemos zombies en todo el sentido del término. No son muertos vivientes. Éstos son infectados que si te los topan son más fáciles de matar, pero un poco más peligrosos en sus ataques. También, además de tener a la amenaza de los infectados, “The Crazies” también explora elementos que tocó “28 Days Later” pintando a las fuerzas militares implacables y que siguen órdenes como una amenaza igual de peligrosas que los mismos infectados. Así que innovar es algo que “The Crazies” definitivamente no hace, pero la película divierte y Breck Eisner hace lo que puede para hacer sentir el terror en la película como algo real, tangible y que se toma así mismo en serio. Al mismo tiempo Breck Eisner tiene éxito en conseguir una especie de
Aquí la película no pierde nada de tiempo y aborda el tema en cuestión inmediatamente y durante sus 101 minutos de duración, “The Crazies” se preocupa por seguir a sus personajes que se encuentran constantemente huyendo, y por lo mismo, el filme nunca se puede parar para explorar un poco acerca de ellos y tristemente los personajes no son explorados ni trazados como lo hicieron efectivamente la versión 2004 “Dawn of the Dead” y aún más “28 Days Later”. En “The Crazies” simplemente tenemos a figuritas recortadas que no logramos conocer bien y por eso su destino nos importa muy poco ya que el filme nunca nos da una oportunidad para empatizar con ellos. Tal vez el personaje más interesante de todos fue el interpretado por el británico Joe Anderson quién finge un acento estadounidense muy convincente y nos muestra un poco de profundidad y personalidad en su personaje del oficial Russell Clank. Timothy Olyphant es un actor que yo disfruto ver, le brinda una cualidad sarcástica y seria a sus personajes aunque aquí su personaje es el típico Sheriff de un pueblo pequeño que termina teniendo que ser el renuente héroe para salvar a sus seres queridos. Radha Mitchell interpreta a su esposa, y ella es una actriz que respeto y que también disfruto aunque aquí ella es completamente desperdiciada y aunque Mitchell hace lo que puede, su personaje nunca tiene las escenas ni el peso que debería de tener, creo yo. Terminándole de dar forma al elenco principal está el personaje interpretado por Danielle Panabaker, metido con calzador y sin ningún motivo o peso en la historia en lo particular. No fueron malas actuaciones de ninguno de ellos, pero creo que el libreto no le dio mucho a unos actores que podrían haber dado un poco más y también tomando en cuenta que la película lleva una línea que se toma a sí mismo en serio y eso siempre funciona mejor con personajes convincentes.
Con ésta era de remakes y reinicios de franquicias y reinvenciones de conceptos y todos éstos reciclajes de películas a veces es fácil perderse un poco en el mundo cinematográfico. Muchas personas no saben que tal o tal película es un remake, o a veces uno está conciente de que es un remake, pero simplemente no ha visto la película original. Odio cuando me encuentro en esa situación y ya me ha pasado, ver la nueva versión sin antes ver la original, tal vez sea mejor así pero de todas maneras a mí me gusta tener un conocimiento previo de lo que estoy viendo (si es que la película es un remake, reboot, o lo que sea). Así llegamos a la película de la que hablo hoy, “Bad Lieutenant” (Corrupción Judicial, en México) un filme del año 1992 dirigido por el discutido director neoyorkino Abel Ferrara. Claro, otro director de renombre, Werner Herzog lanzó un remake de ésta película en el año 2009 titulada “Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans” (Enemigo Interno, en México) así que aproveché que me topé con el DVD de la película original de
El filme cuenta la simple historia de un Teniente de la policía de Nueva York (Harvey Keitel) que es absolutamente todo lo que una figura de autoridad y disciplina no debe de ser. El Teniente (ya que nunca lo llaman por su nombre ni siquiera en los créditos) es un apostador empedernido, obsesionado con ganar una suma de dinero decente en la Serie Mundial de Beisbol aunque parece que sus elecciones no son muy redituables. Bebe alcohol como si no hubiera mañana, roba dinero y drogas de criminales y escenas de crimen, extorsiona a ladrones, etc. Un día, al Teniente se le asigna un controversial caso cuando un par de chicos violan a una monja (Frankie Thorn) dentro de una iglesia y así es cuando el Teniente tendrá que enfrentarse con su propia humanidad y tomar decisiones que él jamás pensó en tomar ni comprender.

“Bad Lieutenant” no es una película del todo buena, simplemente lo diré. En general es muy aburrida y muy lenta y las escenas que valen la pena son pocas y espaciadas, aunque la historia y el concepto son interesantes, además de que son digeribles debido a la concentrada interpretación de Harvey Keitel. Otro punto a favor es el final del filme, que sin duda es memorable y no lo que yo estaba pensando. Si se tiene curiosidad, entonces denle una oportunidad aunque hay que estar de humor para verla aunque dure 96 escasos minutos.