

“Sorority Row” trata de una fraternidad universitaria llamada Theta Pi, integrada por varias hermanas, la malévola y déspota líder Jessica (Leah Pipes), la chica dura Cassidy (Briana Evigan), la nerd Ellie (Rumer Willis), la borracha y adicta al sexo Chugs (Margo Harshman), etc. durante una broma pesada al lujurioso novio de una de las hermanas, Megan (Audrina Patridge) resulta asesinada. Juntas las hermanas deciden deshacerse del cuerpo y nunca decirle a nadie, para no destruir sus vidas, bla bla bla, después de que el prólogo al estilo “I Know What You Did Last Summer” acaba, nos vemos 8 meses después, cuando las hermanas restantes de Theta Pi se gradúan de la universidad, y obviamente, una fiesta se llevara a cabo esa misma noche. Poco se imaginan que su oscuro secreto ha vuelto por ellas en la forma de un encapuchado asesino quién mata a sus víctimas con una especie de cruceta para neumáticos modificada slasher-style. Ahora le toca a las hermanas Theta Pi encarar su secreto para poder sobrevivir la noche de graduación.
Claro, como mencioné al principio, yo esperaba que “Sorority Row” fuera una mala película, digo, todos los indicadores estaban ahí. Pero no se porque yo esperaba una película un poco más mala-leche, me refiero a más chicas desnudas, más asesinatos y principalmente más sangrientos y gore. El filme terminó siendo una especie de versión slasher del programa de MTV “The Hills” o algo por el estilo. Stewart Hendler no maneja “Sorority Row” tal como yo me la esperaba, un poco más autoconsciente y autoparódica, claro, mientras las situaciones que ocurren en la película son un poco absurdas y hasta hay unos tonos de humor negro aquí y allá, dentro de lo que cabe, la película se toma muy en serio a sí misma y para mí eso falló. Una vibra autoparódica a la “Scream” hubiera sido un toque bastante efectivo en un ridículo slasher como lo es éste. Otra cosa, que a veces es un poco difícil pedirle a una película de éste subgenero es al menos un ápice de originalidad, “Sorority Row” además de ser un remake, recorre todos los clichés y puntos de la historia típica que ya conocemos. En sí, el libreto de Stolberg y Goldfinger es un collage de otras películas slasher retomando lo más interesante de cada una y dándole una interesante y nostálgica vibra de los slashers que plagaban las salas de cine en los años 90’s. Aún así, el filme no se salva de ser un total desperdicio.
Mientras que la película tuvo tal vez un par de asesinatos interesantes, la mayoría de la película se reduce a muertes aburridas, demasiado secas y ya muy vistas y su muy pregonada desnudez son escenas breves de universitarias en un baño comunal. No hay sexo, no hay gore, no hay nada para elevar un poco a “Sorority Row” al menos en una especie de nivel exploitation o video-nasty. El elemento del arma asesina fue interesante, esa cruceta con punta de flecha, cuchillo, etc. fue algo de lo más memorable de la película y que lástima que no se usó más. En términos actorales, el filme es sin exagerar mucho, de lo peor. Briana Evigan encabeza el elenco como la víctima principal y sensata que siempre sabe “que algo está mal” y la chica ruda en turno. Leah Pipes estuvo semiefectiva en su papel de la uber-bitch, Jessica, la clásica chica popular sin alma. Rumer Willis, hija de Bruce Willis y Demi Moore interpreta a la chica nerd aquí luciendo un par de anteojos para decirnos que es estudiosa. Horrendo papel. Audrina Patridge de “The Hills” tiene un papel sumamente mínimo aquí y aún así nos damos cuenta que es horrible para actuar. A fin de cuentas, el elenco juvenil femenino de "Sorority Row" termina siendo uno de los ensambles más irritantes en el universo slasher, y quería la dolorosa muerte de cada una de ellas. También tenemos a Julian Morris, a quién recordamos como el joven Británico de la película “Cry_Wolf” (La Próxima Víctima, en México) y claro, a la mismísima Princesa Leia, Carrie Fisher interpretando a la Madre de la fraternidad, la Sra. Crenshaw en un pequeño papel que se cumple bien.
Al fin de cuentas “Sorority Row” fue un mal slasher, y no un mal slasher en el sentido que es bueno para rentarlo con tus amigos y disfrutarlo, sino que es simplemente malo, casi no hay nada bueno del filme, y las cosas que son al menos decentes no son los suficientes para ponerlas en la balanza y que al menos hagan un contrapeso con lo malo. El filme es un slasher rutinario, seco, blando y hasta aburrido en veces, pero algo que si rescaté de él, es que como mencioné, “Sorority Row” tiene una vibra de esos slashers de los 90’s como “Urban Legend” (Leyenda Urbana, en México) y “I Know What You Did Last Summer” (Se lo que Hicieron el Verano Pasado, en México) que no se puede negar, y la verdad, para mí resulta nostálgica ya que éstas fueron de las primeras películas de horror que disfruté en las salas de cine como aficionado. Fuera de eso, “Sorority Row” es un slasher completamente desechable que la verdad, no es recomendable perder el tiempo en él.
“Don't think I'm afraid of you. I run a house with 50 crazy bitches!” – Sra. Crenshaw



“Don't think I'm afraid of you. I run a house with 50 crazy bitches!” – Sra. Crenshaw