Algunas películas son éxitos tan
inesperados, que por mas increíble o redundante que pueda sonar el concepto de
una secuela, resulta inevitable no hacer una considerando lo rentable que fue la
primera parte. Tal es el caso con el excelente filme de acción del 2008, “Taken”
(Búsqueda Implacable, en México) una pequeña producción europea que conquistó
la taquilla mundial trayendo ganancias millonarias que nadie se esperaba. “Taken”
es una producción del cineasta francés y veterano en el cine de acción Luc
Besson, quién escribió el guión junto con Robert Mark Kamen, frecuente
colaborador suyo y reconocido por películas como “The Karate Kid” Y “The Transporter”
(El Transportador, en México). Esta palomeada de acción, cuenta como la hija
adolescente de un ex agente del gobierno es secuestrada en su primer viaje a París
por una pandilla de malvados albanos traficantes de mujeres para el tétrico mercado
de sex trade, naturalmente, su padre siendo un bad ass experimentado, vuela a
París y rompiendo madres a todos recupera a su hija. Fue una gran película de
acción, rápida, dinámica, y atrapante. Besson, le da la tarea de dirigir esta
primera parte a Pierre Morel, compatriota suyo que ganó notoriedad por la
disfrutable cinta francesa de acción “Banlieu 13” del 2004. “Taken” fue un gran
éxito, al menos parecía que hizo despegar la carrera de Morel y claro, fue todo
un sorpresivo hit que tomó a todos por la retaguardia amasando 145 millones de
dólares solo en los Estados Unidos con una inversión de solo 25. Así que, por
ende, viene “Taken 2” (Búsqueda Implacable 2, en México) cuatro años después de
la primera parte, Besson y Kamen se encargan del guión de nueva cuenta, pero
ahora otro compatriota suyo, Olivier Megaton, se sienta en la silla del director. A Megaton, solo lo conozco por haber dirigido el ridículo bodrio “Transporter 3” (El Transportador
3, en México) que le puso el último clavo en el ataúd a una franquicia de
acción que comenzó de manera fresca e interesante. Entonces, ¿Besson y compañía
fueron capaces de repetir la calidad y genial manufactura de la primera
película con esta, aparentemente, innecesaria secuela?
“Taken 2” nos trae de vuelta con
Bryan Mills (Liam Neeson) ex agente del gobierno, que sigue trabajando por su
cuenta como guardaespaldas y asesor de seguridad. Sigue siendo un padre celoso
con su hija Kim (Maggie Grace) ahora un poco más crecidita y ya con novio. También,
la relación de Bryan, con su ex esposa y madre de Kim, Lenore (Famke Janssen)
ha mejorado, al mismo tiempo que el matrimonio de ella se desmorona, y en una
riña con su marido, sus planes de vacaciones se cancelan, así que Bryan decide
invitarlas a ella y Kim a que lo acompañen a una merecida escapadita a la
ciudad de Estambul, ya que Bryan estará trabajando un par de días allá. Lo que
nadie se espera, es que los albanos asesinados por él hace años en la búsqueda
de su hija secuestrada, tienen familias, familias vengativas, familias que han
rastreado a Bryan y harán lo que sea por hacerlo sufrir a él y a su familia.
“I will look for you, I will find
you, and I will kill you…” sentencia el personaje de Liam Neeson a uno de los
villanos de la primera película a través de un teléfono celular, en una genial
escena que resonará en mí durante mucho, mucho tiempo. Cosas así, sorpresas así, fueron las que hicieron que “Taken” fuera un sleeper hit y una película que al
parecer todos disfrutaron. No quiero seguir remontándome tanto a la primera
película si lo que hacemos aquí es hablar de su secuela, pero me es inevitable;
por ejemplo, recordemos como en “Taken”, Bryan mientras busca a su hija, al
mismo tiempo va desmantelando parte de una gran red de tráfico de personas, desenmascara
a gente que pensaba sus amigos como traidores, y claro, nos brinda ráfagas de
acción excelentemente ejecutada. La historia de la primera película se sentía
como algo más grande y tenebroso, en donde nuestro personaje principal te
involucra y pues, esto le hace muchísima falta a “Taken 2”. En esta secuela, los
escritores simplemente giran la trama, le hacen viceversa, la voltean de
cabeza, o como quieran llamarle, y ahora hacen que Bryan sea el buscado por los
villanos, reduciendo el filme a una fórmula muy rebuscada y, claro, no es por
decir que la historia de “Taken” no sea trillada, cliché, pero da mucho más
espacio para mostrar aspectos interesantes. “Taken 2” se siente más
como una huída implacable mas que una búsqueda implacable (haciendo alusión
a su título en América Latina). En contraste con el cálculo correcto de Morel para las escenas de acción, sin dejar de ser dinámico, Olivier Megaton tiende a ser un poco más
hiperactivo al filmar su acción dándonos cortes demasiado instantáneos que nos
hacen perder la noción de las peleas mano a mano, pero he visto peor. Confieso que disfrute
la persecución en el taxi, me pareció divertida, no demasiado exagerada (a
excepción de su desenlace) y bien filmada, así que Megaton no es un alguien inhábil, sino que ¿trabaja con guiones malos?
Siendo honesto, más que la
inexperiencia que podría tener Megaton para filmar acción, o que la acción en
si de la película, mi mayor queja contra ella es su historia. No tiene esos
momentos, que vinieron muy seguidos en la primera película, de dulce
retribución violenta, diálogos memorables en varias escenas, y elementos por el
estilo. Aquí, en “Taken 2” tenemos una banda de villanos virtualmente irreconocibles uno de los otros, excepto por el jefe o el villano principal que
sería el padre de uno de los malvados albanos de la primera película, el viejo
amargo buscando venganza contra Bryan es
interpretado por el croata, Rade Sherbedgia de manera correcta, pero sin ser un
villano memorable, en mi humilde opinión. “Taken 2” es una golosina de 91
minutos que se disfruta, claro, no es aburrida, ni nada por el estilo, simplemente
no llega a cubrir las expectativas que teníamos de una película de acción tan bad ass como “Taken”. Esta secuela es un
thriller de acción decente, pero le falta la intensidad, la tensión de las
situaciones, y un cierre fuerte, ya que para mí el final se sintió bastante anti
climático. ¿Ese monigote le hace frente a un tipo tan rudo y letal como Bryan?
Como dije, no catalogaría a “Taken
2” de mala, como película en sí, pero como una secuela a una película que nos
dejó altas expectativas, no llega a lo esperado. Entretiene, claro, pero de
seguro muchos fans de la primera película, como yo, quedamos un poco
decepcionados por la falta de… impacto, digámosle, que tiene “Taken 2”. ¿Habrá oportunidad
de redimirse en “Taken 3”? ¿Será tan mala la suerte de Bryan Mills, como para
que justifique “Taken 3”? Pregúntenle a John McClane.
Kim: "What are you gonna do?"
Bryan: "What I do best."